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Orgasmo asegurado con un dedo. ¡Encuentra tu punto dulce!

Como prometí recientemente, hoy voy a hablar del punto dulce, de esa parte de tu cuerpo, seas como seas, que te hará derretirte de placer. ¡Orgasmo asegurado con un solo dedo!

No importan los genitales, el punto dulce es igual. En los artículos del autoerotismo femenino y masculino dije dónde estaba el punto dulce según los genitales, pero en realidad es el mismo lugar.

En este post:

Un poco de anatomía básica

En la imagen superior puedes ver el desarrollo de los genitales femeninos y masculinos durante el crecimiento del feto. Es decir, todos empezamos con los mismos genitales hasta que llegado el momento se desarrollan de forma diferente.

Pero no le voy a dar muchas vueltas. Quiero que te fijes en el tubérculo genital, esa zona más oscura que aparece en todos y cada uno de los dibujos. Esa zona que termina por convertirse en el clítoris y el glande del pene. Mismo órgano, diferente nombre. Para lo que queremos, misma función.

El clítoris

Observar el clítoris detenidamente es complicado por muy flexible que seas. Así que ayúdate de un espejo o de la cámara delantera del móvil. También te voy a dar una serie de indicativos mediante el tacto.

El clítoris es realmente todo lo que ves en la imagen superior. Eso significa que estimulando la piel sobre estas zonas recibirás placer. Pero hay una parte del clítoris de fácil acceso, una parte externa: el glande.

El glande es un botón de placer que tienes que saber estimular y disfrutar. Así que en efecto este es el punto dulce, la carta ganadora del orgasmo.

El glande

Con el pene lo tienes más fácil. Así que coge tu pene y míralo detenidamente. Si sea por lo que sea no estás cómodo/a, utiliza un espejo o la cámara delantera del móvil.

De toda la anatomía del pene, tienes que fijarte en el glande. Sin embargo, esta parte aún es muy grande como para estimularla con un solo dedo. Así que te vamos a dar un indicativo muy claro: la uretra. Ese es el punto dulce.

Ahora, llega el orgasmo

Los movimientos de dedos que vas a usar son sencillos. En círculos, arriba y abajo o apretando (con suavidad).

Por supuesto, vas a necesitar lubricación para esta práctica así que hazte con un lubricante en base agua o utiliza tu saliva.

Orgasmo del clítoris

Pon la yema del dedo sobre el glande del clítoris. Dependiendo de la forma, puede estar más o menos visible. Los hay incluso que permanecen dentro de lo que se llamaría el prepucio del clítoris, así que estimula y mete la yema del dedo.

Cuando encuentres el punto exacto sentirás una punzada de placer. Es un punto que con una estimulación muy fuerte puede provocar la orina e incluso el famoso squirt.

Ahora, sin apartar la yema del dedo del punto exacto, muévelo. Círculos, arriba y abajo, apretando como si hicieses cheater clik… Un muy buen movimiento es arriba apretando y hacia abajo levantando, como si imitaras una lengua.

Orgasmo del glande

Coge tu pene, no importa si está erecto o no. Juega con él para apartar el prepucio y dejar el glande al descubierto. Ahora, con la yema del dedo acaricia la corona y el frenillo (donde el glande y el prepucio se unen) en círculos. Rodea la zona mientras te acercas a la uretra poco a poco. Así sabrás dónde sientes más placer.

Lo más seguro es que la uretra sea la parte más placentera, así que rodea el agujero, arriba y abajo e incluso puedes estimularlo con una ligera penetración.

Quizá parezca imposible, pero la penetración de la uretra es un placer que pocos practican. Por supuesto, se tiene que hacer con cuidado y mimo, pero para empezar puedes usar el meñique e incluso la uña (ojo, tienen que estar bien cuidadas para evitar cortes) para estimular la uretra por dentro.

COLOFÓN: Un documental animado sobre el clítoris

Lo vi hace tiempo y siempre me ha gustado por su sencillez. Todo lo que explica es cierto y demostrará a más de una persona la importancia de un simple «punto» en los genitales.