Recientemente han llegado a nuestras manos productos de electroestimulación centrados en el placer sexual. Por ello, hoy quiero hablarte de las diferencias entre la electroestimulación y la vibración en juguetes sexuales.

Y no, la diferencia no es el dolor de la electroestimulación. La diferencia fundamental está en la profundidad. Porque un motor de vibración funciona haciendo vibrar el juguete en cuestión, mientras que la electroestimulación busca utilizar el juguete para pasarte la electricidad.
Cómo funciona la vibración
Imagina una lavadora que da vueltas. Si en un lado del tambor hay algo que pesa, la lavadora empezará a vibrar. Más o meno así es como funcionan los motores de vibración, aunque los hay de diferentes tipos y funcionamientos.
Entonces, tenemos un motor que vibra conectado a un juguete que empieza a vibrar por propagación de esa vibración.
Por supuesto, hoy en día hay juguetes que amortiguan la vibración de un lado para que, por ejemplo, la mano no te vibre mientras sujetas la vara vibradora. Como ejemplo, te pongo a Bibidi y Vim. Son dos varas vibradoras, pero de las dos solo VIM tiene la tecnología que hace que la vibración se concentre únicamente en el cabezal.
A la postre, esto se traduce en que la vibración se va propagando y, cuanto más lejos del motor estés, menos lo sientes. Así la vibración es un tipo de estimulación superficial.
Cómo funciona la electroestimulación
Un dispositivo de electroestimulación no es como un desfibrilador, en absoluto. No lanza electricidad a tu cuerpo así de la nada. Sino que lo hace a una frecuencia e intensidad determinadas para estimular. Y por estimular me refiero a aumentar el flujo sanguíneo y tensar y relajar los músculos en los que entra en contacto.
Si quieres que te lo compare con una sensación más cotidiana, piensa en si alguna vez te has dado un golpe en el hueso de la música o te ha pasado corriente otra persona o la puerta de un coche. La electroestimulación es igual, pero mucho menos intensa.
La electroestimulación funciona con un dispositivo que envía electricidad a unos electrodos. Estos pueden tener forma de parte o ser cables conectados a un juguete sexual. Sí, es la misma electroestimulación la erótica que la terapéutica o la que se usa para estimular la musculatura. Esto significa que, si no entras en contacto con el metal que conduce la electricidad, no la sentirás.
Sin embargo, hay contraindicaciones
- Personas con marcapasos
- Personas con cardiopatías o epilepsia
- Gestantes
- Personas con flebitis en estado activo o tromboflebitis
- Personas afectadas con neoplasias o tumores
Es importante que sepas que la electroestimulación no puede hacerse cerca del pecho, la cara o el cuello. Y que, si quieres utilizarla para aliviar el dolor, antes debes asegurarte de que ese dolor sea muscular porque la electroestimulación puede agravar el daño.
La electroestimulación erótica
La electroestimulación es capaz de tensar y destensar la musculatura. Básicamente, obliga a tus músculos a moverse (de ahí que muchas personas usen la electroestimulación como ejercicio) y con ello estimula el riego sanguíneo. También estimula tus receptores del placer y del dolor (que son hermanos).
Aunque pueda parecer algo propio de prácticas BDSM, la electroestimulación es placentera siempre y cuando la gradúes a tu forma de sentir. Cada persona tiene un nivel de sensibilidad diferente. Aquí algunos consejos para no tenerle miedo y comenzar con la electroestimulación:
- Siente la electricidad primero en la mano. En los genitales lo sentirás mucho menos aunque sean zonas húmedas.
- Si tu dispositivo permite diferentes patrones, comienza con continuo o wave para sentir la electricidad de forma constante. Los pinchazos puedes ser incómodos al principio.
- La mayoría de dispositivos incluyen electrodos. Pruébalos antes de forma externa en el pubis o los muslos internos para reconocer la sensación.
Entre el placer y el dolor
Como ya he comentado un poco en el apartado anterior, el placer y el dolor se reciben de forma muy similar en el cuerpo. Es decir, que los receptores conectados a nuestro cerebro son muy parecidos entre sí y por eso a veces cuesta distinguir el placer del dolor cuando te mueves sobre todo en el terreno sexual. Y como cada persona siente diferente y aguanta el dolor de forma diferente, nuestro cerebro lo interpreta a su manera y como puede.
La electroestimulación puede ser tanto una tortura que sientes que penetra tu piel hasta tocarte por dentro o un masaje erótico que te hace chorrear como nunca. Todo depende de cómo lo haces y cómo lo siente tu cuerpo.
Dispositivos de electroestimulación
Los puedes utilizar para masajes, tortura sexual o masturbación erótica, pero no funcionan por su cuenta. Te presento los dispositivos de Electrastim, que son muy potentes y muy graduables. Permiten desde cosquillitas a latigazos y además son de bolsillo.
Juguetes compatibles con la electroestimulación
Y después, tenemos los juguetes. Aquí tienes una selección de los que pronto reseñaremos en las redes:
Los juguetes para la electroestimulación se caracterizan por disponer de partes metálicas por dentro. Así, si sujetas el juguete por donde no circula la electricidad, no se nota nada. Y si tocas, lo sientes. Como ya he dicho, desde un cosquilleo a latigazos de placer.
He querido resumir bastante todo lo que conozco sobre la electroestimulación para que sea un post corto que conteste preguntas, pero si te quedan más no dudes en ponerlas en los comentarios que te responderé con gusto.