Existen muchos juguetes sexuales estigmatizados y demonizados. Entre ellos, las muñecas sexuales realistas son de los que tienen peor fama pero… ¿de verdad está mal usar una sex doll?
¿Qué son las muñecas sexuales realistas?
La verdad es que su propio nombre es una clara explicación del tipo de juguete que son: imitaciones de un cuerpo humano y enfocado en su uso sexual. Suelen tener una hendidura en la boca para simular la garganta, otra para el recto y, si tienen una imitación de vulva, también una vagina (a veces, según modelo, estas partes se pueden extraer).
Existen muñecas para todos los gustos. Desde el metro setenta hasta menos del metro, con pechos enormes o sin pechos (o con pectorales musculosos), con más o menos caderas, con rostro realista (de diferentes etnias) o de estilo anime, con orejas humanas o élficas, piel natural o fantasía (como azul o verde). Incluso puedes tener diversas cabezas para un mismo cuerpo, cambiarles la peluca o los ojos.
Un poco de historia
Por supuesto, estas muñecas sexuales realistas no se parecen mucho a las sex dolls hinchables de hace unos cuantos años, y tampoco se parecen demasiado a las primeras, que se crearon para ofrecer compañía y consuelo a los marineros en alta mar. Por experiencia puedo decir que este es un producto que evoluciona constantemente.
Pensamiento común sobre sex dolls
Desgraciadamente, existe el pensamiento general que cree que las personas que adquieren una sex doll cosifican a las mujeres, son machistas e intentan sustituir a una persona real con una imitación. Esta creencia no es única del público femenino, sino también del masculino que ve a las personas usuarias de muñecas como losers o personas incapaces de conseguirse un agujero que follar.
Llámalo desinformación, llámalo creerse cánones de virtud, estas personas están equivocadas en un 70% o más. Por supuesto existen personas que adquieren una sex doll para sustituir a una persona real y que tengan una mentalidad machista (y consideren a las mujeres como menos que ellos), pero no es la norma.
Usos comunes de sex dolls
Las muñecas sexuales realistas se suelen usar como cualquier otro juguete sexual. Sin embargo, no todo el mundo hace el mismo uso de ellas. Aquí algunos ejemplos:
Compañía y cuidados
Como quien tiene una colección de muñecas o se hace un Reborn (que imita un bebé real), algunas personas adquieren una sex doll para vestirla, cuidarla y tenerla en casa para que “haya alguien” cuando vuelvan. Algunas de estas personas ni siquiera hacen un uso sexual de las mismas.
Satisfacción de fantasías
Por supuesto, las sex dolls, pueden ayudarte a satisfacer algunas de tus fantasías sexuales (como la de la fotografía, que va vestida de enfermera). Role play, fantasías de la edad media (¿no has visto ninguna elfa? ¿o un hada pequeñita?), una muñeca con un pene (este accesorio se vende)…
Además, al ser un cuerpo entero hay mucha “piel” para disfrutar. Sexo oral (algunas tienen lengua y dientes), masturbación con los pechos, uso de sus pies o sus manos…
El límite está en tu imaginación y el tiempo del que dispongas. No hace falta hacerse con un set completo de buenas a primeras, pero es un producto que se puede ir ampliando con el tiempo.
“Trabajadoras sexuales” y más
Por último, también me gustaría comentar que existen negocios que hacen uso de muñecas sexuales realistas para alquilarlas por horas. Cada una tiene su habitación, su “tema” y se puede disfrutar de ellas. Si alguna vez vas a uno de estos locales, asegúrate de utilizar preservativo porque, aunque se higienice la muñeca, como cualquier otro juguete sexual si se comparte debes protegerte de posibles its.
Evolución de las muñecas sexuales realistas
Una sex doll de hoy, dentro de un año evolucionará de una forma increíble. Cada vez hay más muñecas con diversidad de cuerpos y de diferentes sexos (como la de la imagen, que imita un hombre cis).
También las hacen más fáciles de mover, capaces de imitar posturas naturales, con inteligencia artificial o que mueven las caderas. En un futuro muy cercano, posiblemente tengamos la posibilidad de tener un robot en casa para nuestro completo disfrute, para hablar de temas como el día a día o para que haga las tareas del hogar.
Entonces… ¿está mal usar sex dolls?
Como digo siempre, haces con tu cuerpo, tu tiempo y tu dinero lo que quieras. Una sex doll es un juguete sexual que une diversas partes de un cuerpo. Si quieres adquirir una y hacer con ella lo que quieras, es cosa tuya. Al fin y al cabo, son solo objetos. Puedes ponerle un nombre, ver con ella una película y abrazarte a ella por la noche o tener una sesión de sexo salvaje. Solo necesitas saber distinguir la realidad de la fantasía… Y nadie tiene derecho a meterse en tus fantasías.