¿Sabes cuando piensas que eso te va a doler… y duele? ¿O cuando piensas en lo que quieres hacer en la cama y ya notas la excitación en la ropa interior? ¿Ese chisporroteo? Todas esas situaciones son resultado de la anticipación sexual. Y en este artículo te voy a explicar qué es y cómo usarla. Al fin al cabo, es la mejor herramienta para “mejorar mi vida sexual”.
¿Qué es la anticipación sexual?
Como ya te he adelantado en la introducción, la anticipación sexual es la capacidad mental que tiene el ser humano de prepararse para lo que va a suceder en una situación sexual. Un claro ejemplo sería la excitación que puedes sentir cuando te vistes para una noche especial con tu pareja. O ese momento de chisporroteo en los genitales cuando llega el verano y la gente va más ligera de ropa.
La capacidad de anticiparnos es una ventaja, pero también puede ser una maldición. El caso más claro sería que, ante la presunción de un sexo anal doloroso, este efectivamente termina doliendo. O incluso el simple hecho de pensar “es mi primera vez, voy a sangrar y me va a doler” te predispone a que suceda exactamente eso. Y a esto se le llama profecía autocumplida y nos sucede más a menudo de lo deseado.
Entonces, ¿de verdad es útil la anticipación o simplemente es un vestigio molesto de nuestros instintos naturales? Pues un poco de ambas cosas. Anticiparte a algo ayuda a que no te pille por sorpresa y, de esta forma, tu cuerpo no se tome todo lo que te sucede a la defensiva. Imagina dar un salto cada vez que se abre la puerta del ascensor. O tener frío porque no te has anticipado a la necesidad de taparte a razón de las temperaturas.
Puedo asegurar que la anticipación es útil y la usamos cada día. Miramos el tiempo para prepararnos y llevar un paraguas si nos hace falta. Llevamos un preservativo en el bolsillo por si lo podemos necesitar. En general, las sorpresas no gustan a nadie y preferimos hacer como que nos han pillado por sorpresa.
Disfrutar más gracias a la anticipación
Como ya he comentado, la anticipación puede ser una herramienta muy útil y es la respuesta para la mayoría de situaciones en las que una persona se pregunta “cómo puedo mejorar mi vida sexual”. Sin embargo, para situaciones determinadas, vas a necesitar entrenar ese instinto.
Una buena forma de utilizar la anticipación es, por ejemplo, hacer planes. Hay personas que piensan que el sexo programado puede ser aburrido, pero saber que tal día a tal hora vas a tener sexo con esa persona te permite anticiparte y prepararte para ello. Quizá esto te tenga de mejor humor el resto del día, o te excite de una forma que no pensabas que sería posible.
Situaciones donde la anticipación ayuda
Ahora, te voy a mostrar algunos casos generales donde esta anticipación sexual ayuda a disfrutar más del sexo:
Más lubricación
La lubricación vaginal se activa con la excitación sexual, como la erección. Esto significa que anticiparte a una situación erótica ayuda a que la vagina lubrique y la penetración será más sencilla. Así, los mal llamados preliinares en realidad son una forma de estimular esa anticipación. El sexting antes de un encuentro en persona es un gran alimento para la anticipación.
Más dilatación
Dilatar no es solo cuestión de la excitación sexual, sino también de la predisposición al acto. La vagina suele estar mucho más predispuesta a dilatar y sucede junto con la excitación, pero algunos traumas sexuales, prejuicios, pensamientos intrusivos o conocimientos erróneos pueden causar una tensión innecesaria de los músculos y que la vagina se cierre. Con el sexo anal pasa tres cuartos de lo mismo; si piensas que va a doler (o lo piensas aún sin pretenderlo porque es lo que te han dicho siempre), es más que posible que te duela.
Más ganas de sexo
Si tienes una buena relación con el sexo, tu cerebro te lo pedirá y te lo pedirá. Es lo que llamamos “tener ganas” y la anticipación te ayuda con eso también. Tu cerebro disfruta con el placer tanto como el cuerpo, y se anticipa al placer mandando señales de excitación: aumento de la temperatura, ese chisporroteo en la entrepierna o esas erecciones inesperadas, más sensibilidad, mayor riego sanguíneo…
Solapar tus fantasías a la realidad
La anticipación sexual aprende de experiencias pasadas y de pensamientos, de ahí que tener un bus surtidos de fantasías sexuales prácticas pueda ayudarte a que la anticipación te provoque mejores sensaciones en el sexo y un placer único. En este video, hablo un poco del tema:
Más sensibilidad y predisposición al placer
Si tu pareja te ata y se acerca a ti con una pluma, esta aún no está tocando tu piel pero sabes cómo se sentirá. Te anticipas al momento y tu cuerpo se prepara para recibir ese placer. Así, te haces más sensible.
Por el contrario, si además de atarte te tapan los ojos, no puedes anticipar lo que va a tocar tu piel, pero el contexto y la situación te ayudan a anticipar un posible contacto. De esta forma, tu cuerpo entero se prepara para sentir y te predispone a recibir placer en la forma que sea.
Evitando decepciones innecesarias
Si has leído todo hasta ahora, verás que la anticipación es genial y te puede ofrecer muchísimo placer. Pero esta misma anticipación que se nutre de tus fantasías y de tus vivencias lo hace también de los mitos y prejuicios que rondan por tu mente aun sin quererlo, así como de tus vivencias más negativas.
La anticipación está en ti para bien y para mal, así que es muy importante tener eso en cuenta a la hora de dejarse llevar. Porque el cerebro funciona de una forma muy puñetera y tiende a la idealización así como a quedarse con lo más negativo. Esos dos tipos de recuerdos son los que más se graban en ti: los malos, y los buenos; y para “ahorrar espacio” de almacenamiento el cerebro comprime esos recuerdos y los idealiza y simplifica. Se queda con lo mejor y lo peor. Por eso el bollicao de tu infancia tenía mejor sabor que el de hoy y le tienes tanto miedo a ir en monopatín por la caída que sufriste y donde casi te partes la crisma.
Situaciones donde la anticipación molesta
Y gracias al funcionamiento de tu cerebro, la anticipación puede llegar a ser molesta e incluso entrometerse en tu vida sexual. Aquí algunas situaciones comunes:
Problemas en la erección
En casos de disfunción eréctil secundaria (esto significa que los problemas aparecen después de haber tenido erecciones normales a lo largo de tu vida), muchas veces la causa es psicológica. Los casos de profecía autocumplida son habituales porque la persona que sufre disfunción eréctil piensa que volverá a sucedes y, en efecto, sucede de nuevo. Esto es anticipación a algo que se considera un “fracaso”.
Pérdida de control eyaculatorio
La eyaculación precoz puede funcionar también con la anticipación. Los pensamientos centrados en el sexo, en el placer, predisponen la sensibilidad y se pierde el control eyaculatorio con más facilidad. Por eso, muchas personas con pene consideran esencial tener un gran control eyaculatorio y hay productos que ayudan con ello.
Dolor en el sexo
Si una vez te ha dolido una práctica sexual, la anticipación puede hacer que te vuelva a doler de nuevo. Esto sucede en casos como el sexo anal o la penetración vaginal tras un parto. Es difícil controlar la anticipación al dolor porque tensa los músculos y mata la excitación sexual antes de que te des cuenta.
Pérdida del deseo sexual
Si tienes problemas de deseo sexual, la anticipación puede acentuar ese bajo deseo. Si no te apetece y tienes sexo con tu pareja por cumplir, la anticipación sabe que esto no te gusta y no te excitará ante otra situación sexual.
Si has sufrido un trauma sexual (violación, abusos…) o tienes problemas de autoestima los miedos provocados por estas experiencias negativas tienen los mismos efectos. No quiero que me vea desnuda… ¿Qué pasa si durante el sexo me paralizo? Estos casos, por supuesto, se pueden superar con ayuda psicológica.
Negación al propio placer
En casos de personas con una educación muy conservadora o religiosa, al enfrentarse a la culpabilidad o la vergüenza tras la masturbación o el sexo están convirtiendo el placer en algo negativo. Así, la anticipación sabe que después del placer te vas a sentir mal, y es posible que poco a poco estas personas dejen de disfrutar del placer sexual.
Decepciones en el sexo
Por último, quisiera hablar de cómo la ficción o las expectativas pueden hacer que la realidad sea un fiasco. Por ejemplo, si hay leído mucha novela erótica (esto sirve también para cómics y animación) te darás cuenta tarde o temprano que las relaciones con una persona en la vida real no suelen ser igual. Básicamente porque son situaciones idealizadas donde no se demuestran las posibles incomodidades, parece que se lean la mente y todo es placer. Con la pornografía, tres cuartos de lo mismo.
Por eso, en el video de más arriba hablaba de cómo las fantasías sexuales, cuando las quieres llevar a cabo, pueden ser decepcionantes.
Controlar la anticipación
Como has visto, la anticipación tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Solo debes saber a controlarla. Y cuando digo “solo” no lo digo porque sea fácil. Es muchas ocasiones deberás valorar la necesidad de ayuda externa y en otras tendrás que hacer mucho trabajo interno.
Así, utilizar la anticipación para “mejorar mi vida sexual” es posible, pero con trabajo y esfuerzo. Que, además, este trabajo también es disfrutable.
De momento, un buen ejercicio para tener en cuenta es empezar a ser más consciente de cuándo la anticipación es la que te está controlando y cuándo es una ayuda. ¿Sabrías decir alguna situación positiva o negativa relacionada con la anticipación? Coméntala y ayuda a otras personas.