El sexting es una práctica sexual que consiste en practicar sexo con otra persona mediante un servicio de mensajería. Sin penetración y en la distancia, el sexting se puede utilizar de muchas formas diferentes. Así que en este artículo encontrarás todo lo que debes saber del sexting y cómo protegerte al practicarlo.
¿Cómo se practica el sexting?
Las bases del sexting, o sexteo, como práctica sexual son sencillas. Básicamente se trata de un juego de rol a través de mensajes donde el objetivo de la misión es calentar a la otra persona hasta límites insospechados.
Materiales necesarios
- Dos personas (mínimo)
- Dos terminales conectados a internet: smartphones, computadoras, tabletas…
- Un servicio de mensajería online (para que salga gratis): Whatsapp, Telegram, Facebook Messenger, Hangouts o cualquier servicio de mensajes privados de una red social.
Normas básicas
- Hay que mensajearse con la otra persona, no hablar. Nada de audios ni videos
- No pidas que la otra persona haga, deja que te hagan.
- Crea una situación cómoda o de fantasía. Usa todo lo que tu imaginación te permita.
- Nunca hagas sexting si no quieres.
Beneficios del sexting
El sexting es una práctica que puede ser beneficiosa para la pareja y la vergüenza como individuo. Se trabaja la comunicación, se expresan fantasías y aprendes a lanzarte un poco más o, por lo menos, te desahogas si eres demasiado tímido/a.
Te pone de buen humor. Las hormonas del placer te invaden el cuerpo y te arrancan sonrisitas en el día a día. Así que te ayuda a rebajar el estrés.
Es material para tus sueños húmedos y para descubrir facetas de ti mismo/a que quizá no conocías.
Riesgos del sexting: ¿fotos sí o no?
Como cualquier práctica sexual, el sexteo tiene sus riesgos. Sin embargo, son diferentes a los del sexo físico. La piratería, el acoso o el bulling son propensos al robo de información y fotografías personales para hacer daño a la persona o chantajearla.
Por ejemplo, la publicación de fotografías de tu desnudo en la red o la difusión de videos sexuales como pornografía. Y por ese motivo hay que protegerse de una u otra forma.
Puedes, por ejemplo, optar por practicar sexting sin fotografías. Al fin y al cabo, son un añadido al sexting pero no necesarias.
Si vas a enviar fotos, asegúrate de que:
- No se te ve la cara
- No muestras tatuajes o marcas que puedan ayudar a identificarte
O tienes una tercera opción:
- Envía fotografías de detalle: pezones, pies, lengua… La parte del cuerpo que ilustre tus palabras.
- Fotografías artísticas: tu ropa en el suelo, un consolador en la cama, unas orejas de gato… ¡Emoticonos!
Sexting con tu pareja
Puedes sextearte con quien quieras mientras ambos/as esteis de acuerdo. NO ACOSES NI PERMITAS QUE TE ACOSEN.
Pero si lo practicas con tu pareja puede convertirse en un juego muy divertido y calenturiento que ayude a pasar el tiempo que no estáis. Por ejemplo, si tenéis una relación a distancia puede ser una alternativa a la sexcam o a las llamadas calientes. O si vais a celebrar una ocasión especial podéis calentaros a lo largo del día con mensajes y, al llegar el momento de encontrarse, acabaréis por lanzaros uno sobre el otro como bestias en celo.
Yo lo he practicado con una señora y la verdad que fue extraordinario, a mi parecer, la cosa acabo y al tiempo volvimos pero y’a no fue lo mismo porque ella se escandalizó de ver que le habia hecho que se masturbara cuando estaba sentada en el sofá junto a su marido, ahí acabó todo, me expulsó de su mensajería y intenté volver a comunicarme con ella pero fue inútil