La masturbación no es solo cosa de uno/a. Es una práctica sexual tan válida como cualquier otra y puede dar mucho juego. La masturbación en pareja es una muy buena forma de conocer mejor las zonas erógenas de tu amante e incluso encontrar su punto dulce.
Recordatorio
♂x♀: Significa relaciones hombre mujer (en referencia a genitales).
♀x♀: Significa relaciones mujer mujer (en referencia a genitales).
♂x♂: Significa relaciones hombre hombre(en referencia a genitales).
Sobre la masturbación en pareja
Mientras que el autoerotismo es el nombre dado a la masturbación clásica de uno/a; la masturbación en pareja permite estimular a la otra persona con las manos.
En realidad, es algo muy común e incluso se considera esencial en los preliminares hacia el coito.
Sin embargo, en SEXUALIZADOS no creemos que los clásicos preliminares sean solo un “calentar motores”. Todo lo que se pueda hacer en busca del placer sexual es sexo, así que la masturbación es una práctica sexual que puede generar placer sexual y, por lo tanto, hacer llegar al orgasmo.
De forma que, como en la imagen, la masturbación a la pareja se hace de forma desinteresada. Buscas complacer a tu pareja, hacerla estremecerse y retorcerse de placer mientras sacias tu curiosidad y exploras su piel en busca de su punto dulce.
¿Qué es el punto dulce?
Conocemos por punto dulce aquella parte de tu cuerpo que te produce placer extremo. Además, es la baza segura para llegar al orgasmo y la parte que te hace incluso babear del gusto.
En otro artículo hablaré en más profundidad de cómo encontrarlo, pero de momento voy a hablar de dos puntos dulces comunes dependiendo de los genitales:
En el clítoris
El clítoris es un pene pequeño, así que es normal que su parte más sensible sea el glande. Si colocas la yema del dedo dentro del capuchón del clítoris y lo estimulas encontrarás un punto en el que sentirás un especial cosquilleo.
En el glande
El pene es un clítoris grande, y como tal la punta es la parte más sensible. Sobre todo, la entrada de la uretra y el frenillo, la parte donde el prepucio o pellejo se une al glande. Estimula la zona hasta encontrar ese punto en el que sientes un cosquilleo punzante que te derrite las entrañas. Normalmente, está en la entrada de la uretra.
La mano amiga
Por último, quiero hablar de la postura sexual protagonista de hoy. Aunque las imágenes valen más que las palabras, quiero dejar en claro que hay muchísimas formas de masturbar a la otra persona. En el sofá, en la cama, en la mesa mientras desayunáis… O, como en la imagen de la derecha, mientras tu pareja está fregando los platos puedes recompensar su esfuerzo.
En la imaginación, como siempre, está el límite.
Protección ante todo
Sé que parece extraño que diga esto junto con una práctica de masturbación, pero los organismos sanitarios recomiendan el uso de guantes en el caso de ETS si tienes cortes en las manos o como habitual. Porque si tu pareja tiene algún tipo de enfermedad sexual el contacto de sus mucosas con tus heridas puede terminar en un contagio.