Cómo desarrollar tu identidad sexual ~El curriculum sexual~

Seamos de donde seamos, tengamos la edad que tengamos, sin importar nuestra religión o cultura, podemos definirnos a través de nuestra identidad sexual.

La identidad sexual es el conjunto de características con las que nos definimos de cara a otras personas. Se divide en 5 “facetas” que son: identidad de género (cis/trans), expresión de género (cómo nos vestimos, hablamos, gesticulamos o incluso caminamos), orientación sexual (quienes nos atraen afectiva y/o sexualmente), orientación relacional (cómo nos relacionamos con otras personas de forma “romántica”) y gustos sexuales (aquello que nos provoca placer sexual).

Desgraciadamente, cuando llegamos al mundo, al nacer, lo hacemos con un pasaporte cis-hetero-monógamo-normativo bajo el brazo. Es decir, nos imponen una identidad sexual que se considera la norma, y si a medida que creces como persona no te defines dentro de esos límites socialmente impuestos, empiezas a tener dificultades. Toda persona que no cumple con esa “norma” se enfrenta a discriminación, odio, procesos de culpa o vergüenza, tener que salir del armario… Es decir, la vida, si no encajas en los límites de la identidad sexual que se te marcan, se hace más difícil.

La hoja en blanco

Lo ideal sería que llegáramos al mundo con una hoja en blanco y pudiéramos escribir sobre ella a lápiz para poder borrar todo lo que quisiéramos, reinventarnos sin miedo, sin procesos de culpa ni que nos juzguen. Porque en un mundo donde todo el mundo tiene una hora en blanco y tiene el “trabajo” de rellenarla, se hace más fácil la empatía.

Porque, cuando encajas en la norma y lo tienes fácil, la sociedad te da el “poder” de juzgar a aquellas personas que tienen que pelear contra la tinta para poder verse reflejadas en su “pasaporte”. Un poder falso que solo sirve para crear una falsa jerarquía, una falsa sensación de que vales más, o una excusa para sentirse a gusto dentro de la normalidad. Desgraciadamente, muchas personas parece que solo se sienten bien consigo mismas a través de compararse con otras que están “peor”.

Así, hemos creado una sociedad normal y sana a costa de discriminar a toda persona fuera de esa norma autoimpuesta. Es más, incluso las personas “normales” luchan constantemente para no salirse de la normalidad. Y te pregunto, ¿consideras sano o ético mermar la salud mental de otras personas para mejorar la tuya?

El curriculum sexual

Entonces, como respuesta a esta situación de dificultad hacia las personas que no encajan en la norma (e incluso para las que están dentro, pero sufren por ello), decidí crear el curriculum sexual. No, no es una lista de tu experiencia en el sexo ni tu body count (en un ámbito sexual, se llama así al número de personas con las que te has acostado [una palabreja desagradable porque convierte a las personas en meros objetos contables]). El curriculum sexual es una definición de tu identidad sexual y tus necesidades a la hora de relacionarte sexualmente con otras personas. Si quieres un nombre más específico, sería como una lista de requisitos, especificaciones o un “manual de uso”.

El curriculum sexual, que puedes ver en la imagen adjunta, tiene en cuenta diversos aspectos de tu sexualidad que te voy a resumir por si te pierdes (que sería lógico en la mayoría de los casos). Esta es una versión actualizada y que seguramente iré actualizando más adelante, así que no temas volver aunque sea por curiosear.

Si te lo quieres hacer en casa, rellenar este curriculum te permite hacer un ejercicio de introspección. El objetivo final está en volver a conocerte y empezar a aceptarte. Por supuesto, recomiendo hacer este ejercicio con alguien que te pueda guiar y responder a tus dudas. Yo misma me ofrezco a ello (que para algo lo he creado), pero puedes hacerlo con quien quieras.

Si lo deseas, puedes renovar el curriculum una vez al año y observar como, efectivamente, poco o mucho, las personas cambian a lo largo de su vida. Esto, en absoluto, significa que tu identidad anterior fuera errónea, sino que has cambiado.

En sí, tenemos una mala costumbre de considerar que si cambias, antes te equivocabas, y que “fases” es una forma válida de menospreciarte o de decirte “es que no sabes lo que quieres” o “no te decides”.

Las fases forman parte de nuestro crecimiento y cambiar de una fase a otra a veces puede ser algo menor, como el desarrollo de los mamíferos, o completamente transformador, como la metamorfosis de muchos insectos. A la larga, cualquier cambio en tu vida no invalida lo anterior ni hace que ese cambio sea mejor o peor. Porque lo que importa es que tú estés bien y a gusto en tu identidad.

Dicho esto, aquí te resumo un poco las partes del curriculum, aunque si lo prefieres puedes ver toda esta información en esta playlist de tiktok sobre el curriculum sexual donde pongo algunos ejemplos:

Identidad de género

El género es un constructo social. En sí, el ser humano tiene tres sexos diferentes: intersex (se estima que alrededor de un 2% de la población, casi la misma cantidad que de personas pelirrojas), hembra y macho. Pero el sexo solo se refiere a las características fisiológicas que te componen. Así, el género se centra en tu psique. Viene en parte de cómo queremos definirnos y de lo que hemos aprendido que es tal o cual a lo largo de nuestra vida.

Hay muchos géneros diferentes, como las personas agénero (que no se consideran de ningún género) o las genderfuck (que están en contra de las distinciones de género).

Expresión de género

Aunque pueda parecer que sí, tu expresión de género e identidad de género no tienen que coincidir. Esto se demuestra en, por ejemplo, mujeres que se cortan el pelo “como un hombre” y no dejan de ser mujeres, o el uso de faldas por partes de hombres del tipo “macho”. A la larga, tu expresión se crea a través de tu estética, tu forma de hablar, de moverte o de expresarte. Tu identidad de género nunca debería limitar tu expresión. Recuerda esto: ponerte unas botas que “no son de tu género” no te impedirá llevarlas en los pies.

Orientación sexual

La orientación sexual define hacia qué personas sientes atracción afectiva o sexual. Puedes sentir atracción hacia un género o varios. Aunque normalmente las monosexualidades (atracción hacia un único género) tienen en cuenta tu propio género, no te preocupes que si eres una persona no binaria o agénero existen alternativas a la homosexualidad o heterosexualidad, como las que comento en este video:

Ginesexual y androsexual ???? ~Sexualidades no binarias~ | SEXUALIZADOS_AS

Por supuesto, la orientación sexual no es igual a la romántica. La orientación romántica se centra en aquellas personas a las que consideras para una relación o enamorarte indiferentemente de si tendrías sexo con ellas. Por ejemplo, existen personas bisexuales y hetero-románticas; o personas asexuales y homo-románticas; o personas homosexuales y arrománticas.

Orientación relacional

La orientación relacional se crea a partir de la distinta combinación de exclusividad (o no) romántica y sexual. Se suelen dividir entre monogamia (exclusividad de ambas) y no monogamias (todo el resto). Pero aun así hay mucha más variedad de la que parece.

Para saber más sobre orientaciones y géneros te recomiendo libreto informativo gratuito en el que colaboré.

Gustos sexuales

Sobre lo que te gusta en el sexo, es importante definir lo que más te gusta y siempre te apetece practicar, lo que no harías nunca porque no te gusta y lo que te apetece provar o no sueles pedir pero lo puedes disfrutar. Además, he añadido el subapartado de rol donde puedes definir mejor tu forma de actuar en el sexo.

¿Cuál es tu rol en el sexo? ???? ~Roles de género~ | SEXUALIZADOS_AS

Es importante decir si eres una persona activa o pasiva en el sexo. Porque algunas combinaciones pueden dar lugar a mal sexo (de esto ya hablaré en otro artículo). Pero, para resumir, la persona activa en el sexo es aquella que da ideas de lo que se puede hacer, pide y colabora. La persona pasiva suele dejarse llevar.

Por supuesto, esto no significa que una persona sumisa tenga que ser pasiva en el sexo (es más, sumisión y dominación tienen matices diferentes si se habla en un entorno vainilla a uno BDSM). La persona dominante es la que suele “estar encima” y la persona sumisa “debajo”. Después, están las personas switch, que pueden cambiar de rol según la química o relación que tengan con la otra persona.

Necesidades sexuales

¿Te gusta pasarte horas o eres de rapidines? ¿Necesitas calcetines durante el sexo? ¿Un lubricante específico? Todo esto va en este apartado.

Salud y protección

Es importante que tengas en cuenta alergias (látex, algunos componentes de cosméticos…), tu talla de preservativo o el resultado de tu última prueba de ITS. Porque todo es importante.

Tu identidad sexual es tuya y de nadie más, pero la puedes compartir

Por último (sí, ya se acaba este tocho de post), me gustaría decirte que este ejercicio es una buena oportunidad para mejorar tu comunicación sexual. Puedes compartir tu identidad con otras personas, por supuesto, pero no dejes que nadie te diga lo que eres. Solo tú puedes definirte correctamente.

Así que te recomiendo hacer este ejercicio sin importar si cabes en el pasaporte o te quedas fuera, si estás bien como estás o buscas un cambio en tu identidad. Dedicarte tiempo y definirte sobre un papel te abrirá los ojos, te lo aseguro.

Un comentario de “Cómo desarrollar tu identidad sexual ~El curriculum sexual~

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