A veces, hasta que no empezamos a llamar a las cosas por su nombre, parece que no existan. Pues bien, en el post de hoy quiero hablarte de la próstata, ese órgano que tenemos todos los seres humanos sin importar si tenemos vulva o pene. En concreto, quiero explicarte exactamente qué es la próstata femenina y por qué debes dejar de llamarla glándulas de Skene o glándulas uretrales.

Sin embargo, no quiero que crear mis palabras a pies juntillas y ya está. Te voy a explicar un poco cómo se desarrollan los genitales en los seres humanos para que veas que, por propia lógica, las personas con vulva también tienen próstata.
Mismos genitales, distinta configuración

Como puedes ver en la imagen superior, los seres humanos, cuando nos desarrollamos en el útero, tenemos en un principio algo que se llama tubérculo genital. Este tubérculo, según los niveles hormonales del feto, desarrolla unas partes y “atrofia” otras. De esta forma, ese proto-falo se convierte en el glande del pene o en la cabeza del clítoris.
De esta forma, terminamos con dos configuraciones de genitales que salen del mismo “prototipo” y con órganos que, aunque se llamen diferente, no dejan de ser dos versiones de lo mismo. Por ejemplo, los ovarios y los testículos, los labios mayores y el escroto…
El caso de las personas intersexuales
Por supuesto, cada vulva es diferente y cada pene es diferente, y en poco menos de un 2% de la población humana existen personas que no se las puede considerar hembras o machos de nuestra especie al nacer.
Las personas intersexuales suelen distinguirse fácilmente cuando sus genitales no pueden categorizarse como vulva o pene. Sin embargo, deja que te diga que la intersexualidad se puede presentar también de una forma no física ni externa. Por ejemplo, hay personas que parecen un hombre cis cuyos cromosomas son XX; o personas con vulva que han nacido sin útero.
¿Eso significa que ha habido un error de fábrica? En absoluto. Nos encontramos en parte de la diversidad del ser humano.
Los niveles hormonales y las personas trans
Otra información que considero relevante para el ejemplo está en las personas trans que se hormonan. Pues lo habitual con la hormonación es que, según tus genitales base y las hormonas que te pinches, tus genitales cambian. Así, una persona con pene ve como este se hace más pequeño; y una persona con vulva se encuentra con que su clítoris crece. En Francia, a este “falo trans” se le llama dicklit (dick + clit).
Si lo de fuera viene de lo mismo, lo de dentro también

Ahora que ya sabes que por fuera somos iguales pero con distinta configuración, déjame decirte que por dentro pasa lo mismo. Sin embargo, los científicos que dieron nombre a ciertas partes de la considerada anatomía femenina prefirieron poner sus nombres antes de darles un nombre anatómico. Hablo de las glándulas de Skene y las de Bartolini.
Las mal llamadas glandulas de Bartolini en realidad tienen un nombre bien bonito y práctico que es glándulas vestibulares mayores; y son las encargadas de la lubricación vaginal. Podría decirse que su función es similar a las glándulas seminales puesto que crean un medio para la reproducción: la lubricación vaginal o el 60% del semen.
En el caso de las glándulas de Skene, su nombre anatómico es glándulas uretrales y, como su nombre indica, se encuentran cerca de la uretra. La única función de estas glándulas es segregar el líquido que contiene la próstata femenina, que no deja de ser el mismo que el de la próstata masculina: comida para los espermatozoides.
La próstata femenina: ¿para qué sirve?
¿Y por qué la próstata femenina iba a crear comida para los espermatozoides que no crea? Pues porque nuestro cuerpo está hecho para vivir y reproducirse; aunque no sea nuestra prioridad actual.
Así, la próstata tiene el trabajo de crear un líquido que, en el caso de las personas con pene, forma parte del semen, y en el caso de las personas con vulva es indicativo de un orgasmo. En sí, la eyaculación masculina suele ser la consecuencia del orgasmo; en el caso de la femenina, es lo mismo.
Cuando una persona con vulva tiene un orgasmo, eyacula y esa eyaculación propicia que los espermatozoides estén mejor nutridos y lleguen a su sitio. Así, si buscas un embarazo ya sabes lo que toca.
Cualquier persona con vulva puede eyacular, aunque la cantidad de esa eyaculación puede variar mucho de una persona a otra.
Cáncer de próstata en personas con vulva
No se conocen datos de cáncer de próstata en personas con vulva. Por no decir que la próstata femenina ni se consideraba que existiese hasta hace poco. Quizá es por el hecho de que es una versión más pequeña o por su composición ligeramente diferente. Aunque sí puede pasar que tenga una infección a través de las glándulas.
Le clit: un cortometraje que no te puedes perder
Por último, si quieres un ejemplo más gráfico de cómo el pene y la vulva son el mismo órgano, te dejo este cortometraje que te lo explica de una forma muy amena y sencilla:
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