Sexualidad
Cómo saber si el sexo ha sido bueno
No, no es cuestión de tamaño, de experiencia o maestría técnica. Para saber si el sexo con esa persona ha sido bueno, te voy a dejar 5 preguntas que te debes hacerte con la mente tranquila y, quizá, no en el calor del momento.
Aclaraciones iniciales
El buen sexo puede serlo por muchos factores diferentes. Gustos similares, roles sexuales compatibles, una comunicación muy fluida, personas que saben lo que quieren… Pero, a la larga, valorar el sexo con otra persona es algo muy subjetivo y, por ello, no te puedo decir:
Para un buen sexo, necesitas:
- 130ml de lubricante
- cambiar 13 veces de postura cada 2 minutos
- preliminares de 37 minutos de duración
- 4 condones
- un succionador de clítoris
- pinzas para los pezones
- sexo oral de 14 minutos por ambos lados
Nada de eso, zero. Porque el sexo no es una receta de cocina ni es tan sencillo. Por supuesto, puede que alguien le sirva esta lista, pero no a todo el mundo. Entonces, ¿cómo se valora de forma subjetiva una sesión de sexo compartido?
La respuesta es tan sencilla, aunque parezca mentira, como responder a estas preguntas. ¡Eso sí! No lo hagas nunca en el calentón del momento ni después. Deja que tu cuerpo procese lo sucedido y responde al menos un par de horas después. Esto te ayudará a no dejarte llevar por las emociones ni las hormonas resultado del sexo.
¿Sabías que puedes tener sensación de enamoramiento tras el sexo? Durante el sexo, tu cuerpo genera oxitocina y puedes llegar a pensar que te has enamorado de la persona con la que has compartido esta experiencia sexual. Si es tu pareja, esos sentimientos se refuerzan.
Por eso, es muy importante que dejes que tu cuerpo se enfríe y valorar la experiencia de la forma más objetiva que puedas dentro de tu subjetividad.
¿Has disfrutado?
No te pregunto si has llegado al orgasmo, sino si has disfrutado. Porque puede pasar que llegues al orgasmo pero no hayas disfrutado mucho de lo demás, o que hayas disfrutado muchísimo sin tener un solo orgasmo. Debes valorar la experiencia general y no dejar que el número de orgasmos marque el check. Sé que si eres mujer la brecha orgásmica te dirá lo contrario, pero los orgasmos no lo son todo en el sexo.
¿Has sentido que a esa persona le ha importado tu placer?
Porque para que te usen como juguete, que se compren uno en nuestra tienda. Es una buena idea, la verdad, si alguien te usa le puedes mandar un link con un juguete y decirle “cómprate esto y deja a las personas tranquilas”.
Fuera coñas, el sexo compartido es cuestión de, como mínimo, dos personas. Ambas, por supuesto, son responsables de su propio placer e independientes, pero lo mínimo que puedes hacer cuando tienes sexo con alguien es preocuparte por su placer también. Es cuestión de dar y tomar. Según el tipo de persona que seas, buscarás alguien que esté muy pendiente de tu placer o alguien que te permita todas las atenciones que le puedas dar. Sin embargo, lo ideal es que la carga sexual esté repartida para evitar descompensaciones y que algunas de las partes se sienta responsable de que todo funcione (por obligación).
Si cada responsabilidad en el sexo es un hula hoop, cuantas más tengas más difícil será el hula hula. Esto es tener carga extra y lo ideal es compartirla.
¿Te has sentido a gusto con esta persona?
Importantísimo. ¿Has podido comunicarte con esta persona? Sea verbalmente, por acciones, señas o gestos, la comunicación fluida y estar a gusto son muy importantes para que las relaciones sexuales funcionen y sean recíprocas. Esta comunicación, a su vez, fomenta la confianza que tienes que con esa persona y afecta a tu comodidad con ella.
En el fondo, somos animales y hay una mezcla de factores que nos indican si queremos estar o no en un sitio. La temperatura de sus manos, el olor de su piel (o de ciertas partes de su cuerpo), los ruidos que hace con el placer, su forma de mirarnos… Hay tantos factores a tener en cuenta que necesitaría horas para enumerarlos todos.
Esto no puede ser más subjetivo, la verdad. ¿Te dicen tus tripas que puedes confiar en esta persona? ¿Te da las sensaciones que necesitas en el cuerpo? Sea sentirte en una nube calentita de placer líquido y pegajoso o en el abismo del placer crudo y carnal, si es lo que necesitas, la respuesta es sí.
¿Repetirías?
Esto es lo más importante y algo que debes responder cada vez que tengas sexo con esa misma persona, ¿repetirías? Porque quizá la primera vez fue todo bien, pero la segunda fue exactamente igual, y la tercera, y la cuarta… Esto, por supuesto, depende de si buscas estabilidad y poder predecir lo que va a pasar o buscas aventuras y probar cosas nuevas. ¿Esta persona encaja en tu búsqueda de placer?
Por supuesto, saber si esta persona es aventurera o rutinaria no es algo que puedas saber a ciencia cierta en una primera sesión de sexo compartido, y quizá no lo sepas si no hablas de tú a tú. Porque te puedes encontrar con una persona que parece rutinaria y lo es porque le parece que estás a gusto así o una persona que se fuerza en hacer cosas nuevas porque piensa que es lo que necesitas. ¡La comunicación es muy importante!
¿Cómo crees que esa persona respondería a estas preguntas?
Por último, quiero que hagas un poco de introspección y pienses en si te has preocupado por el placer de la otra persona, si piensas que ha disfrutado, si se ha sentido a gusto y si crees que repetiría. Porque, como he dicho desde el principio, el sexo compartido es cosa de dos y, por mucho que te haya gustado, si a la otra persona no no vale la pena. Es decir, nunca exijas lo que no estás en disposición de dar. Por supuesto, cada cual tiene su rol y actitud sexual, pero si no eres lo que la otra persona busca, por mucho que a ti te guste sé responsable y ten en cuenta sus sentimientos también.
Dicho esto, espero que estas preguntas te hagan más consciente y responsable de tus relaciones sexuales compartidas. Porque, para repetir un mal sexo, tu mano o juguete favorito te hará mejor servicio, ¡y es un ejercicio de amor propio!
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