Mucha gente con pregunta si deberían incluir juguetes sexuales en las relaciones. ¿Molestan? ¿Sustituyen? ¿Son obligatorios? Deja que te demos 7 motivos para incluir juguetes eróticos en tu sexualidad y desmontemos algunos mitos de paso.
¿Qué son los juguetes sexuales y para qué sirven?
Cuando hablamos de juguetes sexuales mucha gente piensa en dildos (mal llamados «consoladores») y poco más. Sin embargo, los juguetes eróticos son un mundo mucho más diverso donde podemos encontrar prácticamente todo lo que nuestras fantasías pueden soñar.
En realidad, cualquier objeto diseñado para dar placer sexual se puede considerar juguete sexual o erótico. Plumas, cuerdas, plugs, vibradores con formas divertidas… Por no hablar de todas las posibilidades que nos brinda la cosmética erótica (lubricantes, aceites, geles, perfumes…) Así que podemos decir que los juguetes eróticos sirven para dar placer.

¿Por qué incluir juguetes sexuales en las relaciones?
«¿Y por qué no?» sería una buena respuesta. Sin embargo, no aclara mucho. Así que vamos a explicarlo un poco más.
Los juguetes eróticos siempre se han visto como aquello que usan las personas que no tienen otra cosa o a la que les falta algo. Pero quienes hacen ese uso de los juguetes es porque les han enseñado que necesitan de ciertas piezas para sentir placer o tener relaciones «completas». Sin embargo, la realidad es diferente.
Una persona a gusto con su sexualidad puede hacer uso de un juguete sin intención de sustituir nada. Son meros complementos, especias que le dan un toque diferente a nuestra rutina, nos ayudan a probar cosas nuevas o simplemente nos ayudan a sentir nuevas formas de placer. Vamos a ampliarlo un poco más:
1 – Los juguetes sexuales son una buena herramienta de terapia
Y esto es porque muchos de ellos se crearon con intenciones terapéuticas, como el dildo hueco (para personas con disfunción eréctil) o el vibrador (para «mujeres histéricas»). Así, usarlos puede ayudar a liberar la frustración o ansiedad que se siente durante el sexo (por diversos motivos) y recuperarse lentamente sin acabar odiando el sexo.
Sequedad vaginal, disfunción eréctil, anorgasmia, dolor en la penetración, eyaculación precoz… Los juguetes no son la solución pero son una buena ayuda bajo consejo de persona experta en sexología.
2 – Dan variedad a tu vida sexual
Tanto a solas como en compañía, los juguetes pueden ayudar a dar variedad. Por ejemplo, masturbaciones de fantasía con una copa masturbatoria, el succionador de clítoris , un estimulador prostático, lubricantes de sensaciones, geles de masaje con sabor…
Como hemos dicho antes, son complementos ideales para variar en tu vida sexual. Solo tienes que saber usarlos.
3 – Dan placer con seguridad
Desde tiempos inmemoriales la gente ha intentado utilizar objetos domésticos como juguetes, tanto para la masturbación como para el sexo. Sin embargo, ¿quién no ha oído o leído sobre personas que han sufrido accidentes sexuales? Botellas atascadas, lesiones graves, muerte…
Pues quizá invertir en un juguete no sea una mala idea. Todos ellos han pasado por un control sanitario que nos asegura que son seguros (y son más seguros si te lees las instrucciones y haces un buen uso). ¿Cuánto vale tu integridad física?
Además, actualmente hay juguetes mucho más baratos que los de antes gracias a un mercado mucho mayor y variado. Así que son aptos para todos los bolsillos.
4 – Son divertidos y ayudan en la comunicación
Otro punto muy bueno de los juguetes eróticos es que ayudan a naturalizar el sexo. Te ponen en una situación donde eres más consciente de tu propia sexualidad y la experiencia de comprarlo, acudir a un tuppersex o usarlo en pareja ayudan a ser una persona mucho más comunicativa en el sexo.

Imagina una pareja que va a comprar un juguete (o lo hace por internet) y se dedican a probar y descubrir todo lo que les puede ofrecer ese juguete. ¡Eso es un gran boost a la comunicación! Se fomenta hablar de sexo, se establece una conexión íntima y además se lo pasan bien. Simplemente ideal.
5 – Facilitan la excitación
Puede haber momentos (situación económica, estrés, ansiedad…) en los que tu cuerpo no esté por la labor. Sin embargo, sabes que el placer es una cura natural para tu cuerpo y un juguete puede ayudarte a ponerte a tono e incluso llegar al orgasmo. Y esto sirve también para el uso en compañía. Porque necesitar la ayuda de un juguete de forma natural no es malo ni significa nada más allá de que «hoy no tienes el día».
6 – Ayudan a redescubrirte
Solemos invitar a la gente a descubrirse de muchas formas diferentes, y los juguetes permiten hacerlo en la seguridad de tu soledad. Porque mucha gente se pone nerviosa en compañía y prefiere, por ejemplo, emplear un plug para un primer acercamiento con el sexo anal.
Así que no te cortes y prueba que la vida son dos días y es mejor arrepentirse que quedarse con las ganas.
7 – Satisfacen a todo tipo de personas
En un mercado tan variado, tenemos opciones de juguetes para todos los gustos. Dildos de todos los tamaños, juguetes bdsm, preservativos con y sin látex… No importa si tienes alergia a un material porque puedes encontrar un juguete muy similar de otro. Hay productos ecológicos, veganos, cruelty free, hechos a mano, fantásticos y de las formas más estrambóticas.
Colaboración de confianza
Este post ha sido patrocinado por Vivelavita, un sexshop de confianza con el que hemos colaborado muchas veces y que hace muchos eventos y propuestas interesantes.